Nos gusta el buen café

Hace un par de años, atendiendo a las peticiones de muchos de vosotros, decidimos dar un paso adelante e introducir café en la carta de Teterimundi. Es verdad que hasta entonces, nuestra filosofía era ser un santuario consagrado al consumo de té de calidad a precios razonables, pero, después de darle muchas vueltas al asunto, empezamos a contactar con empresas dedicadas al mundo del café, la taza por excelencia en España, y fue tanto lo que vimos, olimos y probamos, que la decisión fue fácil de tomar. En realidad, estos dos universos comparten muchas cosas y en absoluto son incompatibles.

Hay quien nos pregunta asombrado que cómo podemos beber café si es contraproducente para la salud, y otros dan por hecho que los bebedores de té odian el café. Pues no, no es así. Por un lado, el consumo moderado del café, hasta 3 tazas/día, tiene efectos beneficiosos para nuestro organismo, y por otro, claro que beber té no está reñido con beber café, buen café. Aquí confieso que amo por igual el buen café y el buen té.

Para mí, empezar el día sin una cafetera humeando en mi cocina no es empezarlo bien. Además, mi té preferido es el verde y no es precisamente la variedad que mejor mezcle con leche o bebidas vegetales. El caso es que me gusta desayunar café con leche de avena. Lo hago desde que en casa mis padres me abrieron la veda al consumo de cafeína. Fue un aliado imprescindible en las largas noches de estudio de la universidad y una costumbre que no puedo ni quiero abandonar.

Igual que con el té, el mercado del café ha cambiado muchísimo en los últimos años en nuestro país. Si antes nos conformábamos con cualquier cosa que encontrábamos en el supermercado o nos bebíamos sin rechistar el “agua sucia” que nos ponían en los bares y restaurantes, ahora, queridos amigos, las cosas han cambiado mucho. Términos como acidez, equilibrio, cuerpo, tueste, arábica, robusta, origen e, incluso, eco, son algunos de los que hemos empezado a tomar en cuenta a la hora de elegir nuestro café.

El café de Teterimundi

Son muchos los criterios que tuvimos en cuenta a la hora de confeccionar nuestra carta de cafés. Para empezar, y al igual que con nuestros tés, la calidad unida a un precio asequible era una exigencia indispensable. Hay buen café, cafés maravillosos, de hecho, a un precio muy competitivo. Sólo hay que saber dónde buscarlos.

También queríamos tener diversidad. De América conocemos muchos, pero no todos son fáciles de encontrar. Honduras, México o Cuba, por ejemplo, son orígenes que no tienen mucha demanda en España y que en Teterimundi están triunfando. Si los pruebas, sabrás porqué. Etiopía, la cuna del café, y Kenia, no podían faltar. La tierra africana nos regala algunas de las variedades más exquisitas del mundo y, por cierto, los más vendidos en nuestra tienda.

Otras referencias exóticas por las que apostamos son Papúa Nueva Guinea y Jamaica Blue Mountain, la creme de la creme y el único que tiene más admiradores que compradores, aunque hay que permitirse el capricho alguna vez. Entre los clásicos, Colombia, Brasil, Perú, Guatemala, Nicaragua y Puerto Rico, que tristemente escaseará durante algún tiempo debido a los desastres naturales que asolaron el país y sus cosechas el año pasado.

Todos ellos son cafés de excelente calidad, 100% naturales, de la variedad arábica, tostados semanalmente, frescos, deliciosos y en grano.

Para terminar, os aconsejamos comprar un buen molinillo doméstico para moler el café en el momento de prepararlo. Muchos de los aceites contenidos en el grano sacan su sabor y su olor con la molienda y, lógicamente, se van perdiendo, por lo que lo ideal es molerlo cuando vas a beberlo. Si no dispones de uno, procura comprar cantidades razonables, 250gr. por ejemplo. Nosotros te lo molemos según la cafetera de la que dispongas. Conserva en un lugar seco y oscuro para disfrutar su aroma y sabor el máximo tiempo posible.

Autor entrada: Teterimundi

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